
Cultivo
Con el fin de obtener un producto de excepcional calidad, las labores se inician tan pronto como acaba la recolección con un laboreo superficial de la tierra para evitar malas hierbas. El olivo necesita mucho sol y como en toda la zona sur y este de España, en los Campos de Hellín reluce sobre nuestros valles. La escasez de agua de lluvia la suplimos con regadío sostenible, por goteo, lo que proporciona mayor rendimiento y calidad. Una suave poda bianual para regeneración de la planta y mucha dedicación completa el cuidado de nuestros olivares.